Recuerdo que en mi época de estudiante tuve un profesor que nos hizo a todo el grupo una profunda pregunta en lo que se refiere a determinar cuales son las pasiones que Dios ha puesto en cada uno de nosotros; ¿Qué te hace llorar, o dar un golpe la mesa con la mano? En otras palabras, ¿Qué te hace sentirte triste? ¿o que te hace enojar? Muchas veces la tristeza sobrenatural y la justa indignación revelan cuales son esas pasiones que Dios ha puesto en nosotros.
Si quieres descubrir las pasiones que Dios ha puesto en ti, entonces necesitas identificar lo que te pone triste, enojado y gozoso. Y en algún lugar de esa tristeza, de ese enojo o de ese gozo, encontraras tu propósito, serás movido de la contemplación a la acción, dejar desesperar que alguien lo haga y empezar a hacerlo tu.
Seguir las pasiones es la clave para tener una vida fructífera en la que nos sintamos realizados. Es lo que nos despierta a primera hora de la mañana y nos mantiene despiertos hasta altas horas de la noche aun sin el reconocimiento de las personas, pero si con la satisfacción de la acción realizada. Es lo que convierte una carrera en un llamado. Es lo que en país lo denominamos como “poner la carne de gallina.
¿Qué sucede? Muchos de nuestros problemas son productos secundarios del hecho de
que la mayoría de nosotros no sabemos como responder a esta pregunta. No sabemos lo que queremos. Nunca hemos definido nuestras metas, nuestros valores o nuestras pasiones, de manera que estamos desconectados de lo que realmente desea nuestro corazón. Y nuestras responsabilidades, cada vez mayores en numero, nos han insensibilizado en cuanto a las posibilidades que nos rodean y las pasiones que llevamos dentro.
El escritor estadounidense Frederick Buechner escribió:
“La voz que mas debemos
Frederick Buechner
escuchar al escoger vocación es la voz que tal vez pensamos que nos deberíamos
escuchar, y es la voz de nuestro propio gozo. ¿Qué podemos hacer que nos de el mayor
de los gozos? Sin duda si es algo que nos da un gozo autentico, entonces es una buena
cosa, y es para nosotros”
Toda jornada extenuante de estudio, trabajo o voluntariado a los ojos de cualquiera podría ser visto como poco provechoso, pero si a ti al finalizar tu día te siente lleno de gozo, ten por seguro que tarde o temprano será un bagaje invaluable a enseñanza en tu vida.
El gozo del propósito es vivir, soñar y trabajar por tu pasión, es dejar de escuchar voces contrarias y seguir el propósito Divino para tu vida. Lloraras, estarás solo alguna vez, pero encontraras el lugar, las personas, los recursos y la satisfacción que fuiste creado para realizar aquello que es como el combustible que hace que tu interior rebose de gozo. Marca el camino con señales de que tu paso por la vida fue un proceso de crecimiento y continuo gozo para que quienes viene te tras de ti sepan que si se puede vivir con propósito.
Autor: Obed Eleazar Calderón Marroquín.